- ¿Puedo acompañarlo? – preguntó James mirando a su papá.
- Claro que si muchacho, pero debes madrugar – comentó el señor acomodando los peces en un recipiente
- ¿Puedo papá?
- Claro, de hecho igual quiero unirme a esa aventura y así tenemos un momento especial de padre e hijo.
- En ese caso buscaré