- Wa… qué hermoso – dijo la pelinegra admirando la hermosa pieza.
“Me gusta”
- Disculpe ¿qué precio tiene? – Carolina se miraba muy interesada en el collar.
- Perdón señorita, pero no está a la venta.
- Que… am… entonces ¿porque no los enseña? – eso la confundió, haciéndole creer que el vendedor