Capítulo 67. No hay vuelta atrás.
ALEXANDER
Aquí estábamos todos los familiares escuchando la lectura del testamento y lo inevitable sucedió, el abogado anunció que mi abuelo me había dejado casi todo, a mis tíos les había dejado solo unas pocas acciones, las casas y carros que él les había comprado antes, nada más que eso, lo cual no era de su agrado, estaban furiosos porque querían más.
Querían estar a cargo de la empresa y obtener el poder que yo tengo, para poder ser libres de despilfarrar el dinero a su antojo.
— Esto no puede ser.— espeto mi tío Mark levantándose furioso.— nosotros somos sus hijos, este testamento debe ser anulado.
— El señor Walton hizo este testamento en pleno uso de sus facultades y tiene testigos, por lo que no puede ser invalidado. — aclaró el abogado, este mismo había trabajado por años para mi abuelo y era de plena confianza, él no permitiría que mis tíos violaran su ultima voluntad.
— ¿Quiénes son los testigos?— preguntó mi tío John — este mocoso pudo aprovecharse de pap