~~~
Ana.
Las palabras de Levy tienen razón, aunque eso no le importa a estos nuevos enemigos, que parece gustarle demasiado la cháchara, a tal punto, que esto parece haberse convertido en una disputa de patio limoso.
Entonces, es Ateba quien empieza a actuar dentro de mí, haciendo que cada célula de mi cuerpo se encienda, envolviendo a Levy en el camino, quien ahora pareciera revestido en el aura plateada.
―Creo que ya es hora de terminar con la plática del cafecito y enviarlos a todos ustedes de donde nunca debieron haber salido―le digo al más grandote, quien me mira y se ríe, al tiempo que miro a nuestro alrededor y me doy cuenta de que tanto Levy como yo estamos rodeados.
―Sí, eso estábamos pensando nosotros, puesto a que los habíamos distraído lo suficiente. Necesitamos de su poder y ya vemos que lo hemos logrado―nos responde y de pronto comienza a salir la bruma negra de cada una de las siete figuras, las cuales tratan de envolvernos y sumirnos en la oscuridad, así que luchamos c