Llegó un nuevo día cuando el sol salió por el horizonte.
Después de asearse, Adina se oscureció la piel a propósito. Bajó las escaleras y se maquilló ligeramente.
Flint estaba jugando con Melody y Harold abajo, mientras George y Alden leían. La escena era cálida y armoniosa.
"Buenos días, Mami", los niños levantaron la cabeza y la saludaron al unísono.
Adina sonrió amablemente. "Hoy todos tienen que quedarse en casa y portarse bien. Volveré al mediodía para prepararles la comida".
"Mami, cuidaré bien de mis hermanos y hermana", dijo George obedientemente.
"Me portaré bien", le aseguró Harold. "También jugaré con Mel. No te preocupes, Mami".
Melody parpadeó. "Cuídate, Mami".
Adina le dio un beso a cada uno en la mejilla. "Esperen en casa obedientemente. Volveré pronto".
Cuando salió, la sonrisa que fingía desapareció al instante.
Flint suspiró. "Addy, ¿dónde piensas buscar a Duke? Iré contigo".
Adina frunció los labios. "Quiero hablar de una colaboración con Terry North".
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