Capítulo 152
Harold bajó la cabeza tímidamente y sus orejas se pusieron un poco rojas.

Duke no pudo evitar burlarse.

Ese niño siempre había sido bueno haciéndose el simpático. ¿Cuándo aprendió a ser tímido?

“Bien, vayamos a casa”, dijo él con frialdad.

La cara de felicidad de Harold se congeló al instante.

Se sintió molesto mientras arrastraba la manga de Adina y decía de manera miserable: “Tía Adina, ¿puedo quedarme?”.

Adina le acarició la cabeza y le dijo: “Voy a trabajar más tarde, mientras que Alden y Mel también van al preescolar. ¿Por qué quieres quedarte solo en casa?”.

Harold se comportó como un globo desinflado. Bajó la cabeza y habló distraídamente: “¿Puedo volver a visitarte?”.

“Sí, pero...”. Adina le lanzó una mirada a Duke. “Tienes que obtener el permiso de tu padre. No puedes escabullirte de casa. Si no puedes hacer eso, no tienes permitido visitarme”.

“¡Puedo hacerlo! ¡Lo haré!”. Harold se dio una palmadita en el pecho. “No te preocupes, tía Adina. ¡No volveré a escaparme d
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