Capítulo 32: El Señor del Mediterráneo.
-¡Riccardo la camisa!
Demie lo llamó antes de que bajara de su yate como un loco para correr a los brazos de su reina.
Habían pasado ocho meses desde el nacimiento de su princesita Vittoria. El capo se negaba rotundamente a separarse de su mujer y de sus niñas, pero como la mujer inteligente que era, Sabrina no tardó en aprender a controlar la línea y ganarse el respeto de los Betas. Así Riccardo no tenía más motivos para seguir ejerciendo de macho súper protector. Había llegado la hora de volver a llevar su imperio y mantener sus enemigos a raya. Por lo tanto, había pasado dos semanas lejos de su isla para volver a retomar sus negocios.
-Sabrina sabe quién es su hombre, Demie. No creo que unas manchas de sangre la asusten. -aclaró Riccardo y Demetria giró los ojos.
-Por supuesto que Sabrina te conoce, y conoce bien tus métodos para mantener el control, pero no te pido que te cambies de camisa por ella. Te pido que lo hagas por las niñas.
-¿No lo dices también por tu hijo? -preguntó R