Nos quedamos mirando un par de minutos, el me miraba como pidiendo disculpas y triste y por mi parte le miraba impresionada y confundida.
Y recordé que estaba desnuda justo enfrente de un hombre que también lo estaba, con mucha vergüenza y cerrando mis ojos tome la cobija nuevamente y cubriendo mi cuerpo di media vuelta y me aleje de él sin decirle nada solo regrese y me senté en la cama.
No entendía nada de nada, no creía lo que acababa de ver y es que era muy impresionante verlo en sus 2 formas. Él en su cuerpo de lobo era muy intimidante porque era obvio un macho alfa muy feroz, pero su cuerpo humano no se quedaba atrás su rostro apuesto y figura musculosa eran casi perfectos.
Se acercó hasta mi cama sin parecer importarle seguir sin ropa, se inco enfrente de mí y se inclinó.
—Discúlpame, parece que te asusté y no tienes porque yo sería incapaz de lastimarte— habló con su voz ronca y grave.
—Eh yo esté yo emmm es que— no podía hablar con claridad tome aire para calmarme y volví a intentar —Aaammm si estoy muy confundida y avergonzada pero no asustada, es sólo que no puedo creer lo que acabo de ver— le confesé tímida.
—Oh si claro no creo que tú conozcas muchos hombres lobos— dijo con simpleza.
—¿Cómo hay más como tú?— le dije confundida.
—Si una manada entera que vivimos aquí en el bosque— me respondió con obviedad.
—¡¿Eh una manada?!— grite confundida.
—Si ¿Que no te lo han contado?, tú familia lo sabe perfectamente— dijo algo incrédulo.
—¡¿Qué mi familia lo sabe está seguro?!— volví a decir sin poder entender.
—Si seguro, por generaciones tu familia y mi clan han convivido en paz, con un mutuo acuerdo para que tú y yo nos casemos— dijo firme.
Y entonces no pude y me desmaye de la impresión tan grande por lo que acababa de pasar y decir, pensé como llegué aquí a esta situación.
Hace tres días:
Sonó el timbre del teléfono de casa en varias ocasiones y una mujer se dirigió a contestar.
—Hola, si soy yo ¿Que ocurrió?— contestó la llamada —Si entiendo no se preocupe enseguida salgo para haya y estaré lo más pronto posible en casa— colgó la llamada.
Enseguida su semblante cambió a uno triste y preocupado. Camino para alistar sus maletas y avisar a sus hijas.
—¡Karenina hija ven rápido!— llamó a su hija mayor.
—¡Ya voy mamá!— contestó y la joven y al notar el semblante triste de su madre le interrogó —¿Qué pasa mamá?— y se acercó a ella para abrazarla.
—Tu, tu abuelita está muy grave creen que puede— no pudo terminar la frase y se puso a llorar.
—Oh mamá que mala noticia y que tristeza— la abrazo su hija —¿Quieres que te ayude a empacar?.
—No hija tu también tienes que empacar, nos iremos en el vuelo más próximo— la dejó de abrazar y le apuro —Ok entonces ve anda pronto empaca mucha ropa invernal recuerda que en el pueblo de la abuela hace mucho frío— le indico y se fue a buscar a su otra hija.
Karenina sin entender mucho se dirigió a su habitación para hacer lo indicado por su madre. Minutos después había terminado y fue a buscar a su hermana.
—Si mamá dice que necesito llevar ropa muy caliente porque haya habrá nieve, así que por favor pásame mis abrigos más gruesos y las bufandas de la parte de arriba— le pedía a su hermana que por la diferencia de edad es considerablemente más alta.
—Ok también necesitas gorro y guantes Ania— le indico.
—¿Qué tanto frío hace?— pregunto emocionada.
—¡Uf muchísimo! Nunca e sentido tanto frío como en el pueblo de la abuelita Viktoria— le afirmó a su hermana.
—¡¿Eh tanto?!— se sorprendió de la hazaña.
—Lo prometo, habrá mucha mucha nieve todo se mirara blanco y te sentirás congelada— le contaba animadamente Karenina.
—¡Oh ya quiero verlo todo!— respondía con emoción.
—Casi olvidó que tú nunca conociste el pueblo, no se porque después de tú nacieras ya no volvimos a visitar a los abuelos. Aunque hace demasiado frío casi todo el tiempo, era genial estar con ellos y comer su deliciosa sopa de reno— comento con tristeza a su hermana.
Entonces desde el primer piso de la casa se escuchó a Franka llamar a sus hijas.
—¡Karenina y Ania! ¿Están listas?—grito con fuerza.
—¡Si mami!— respondieron al unisono.
—¡Vámonos que perderemos el vuelo a Rusia!— les ordenó.
Ellas obedecieron la orden de su madre de inmediato tomaron sus maletas y bajaron.
—¿No vendrá papá?— la mayor preguntó.
—No hay tiempo hijas son muchas horas de viaje tan sólo para llegar de aquí al aeropuerto de Moscú— respondió con apuró.
Sin más dilación emprendieron caminó al aeropuerto para tomar el vuelo que las acerca a su destino. Ya estando en la espera sentadas en el aeropuerto.
—¿Mami se siente miedo al volar?— pregunto la más pequeña.
—No Ania querida no te preocupes no pasará nada además iremos contigo tu hermana y yo, ambas tomaremos tu mano si y así te hacemos sentir mejor ¿Ok?— le aseguro la madre a su pequeña.
—Si mamá gracias— dijo feliz y más tranquila.
—¿Mamá tan grave es?— le cuestionó la mayor.
—Si hija tu abuelita está muy enferma y está pidiendo verme además quisiera poder alcanzar a despedirnos de ella— se escuchó muy triste.
—Mmm ya decía yo que debería ser algo grave para que me dejaras volver a pisar ese lugar— le contestó la jovencita.
—Hija ese tema lo hablamos luego, que tengo que explicarte con calma— dijo para terminar con el tema
—Pero mamá— no terminó de decir.
El anuncio en el altavoz del lugar se escuchó.
—Pasajeros del vuelo 301 con destino a Moscú favor de abordar, repito, pasajeros del vuelo 301 con destino a Moscú favor de abordar.
Ese era su aviso para abordar el avión, sin poder seguir hablando las 3 de dirigieron a tomar su vuelo que solo era la primera parte de todo su recorrido. Después de realizar todo el papeleo por fin abordaron.
Karenina no podía dejar de pensar en el tema, sabía perfectamente que su familia es originaria de Oymyakon el pueblo más frío del mundo, bastante adaptado a la vida helada, con tradición ancestral de coexistencia con la naturaleza y cría de animales endémicos. Y también llena de leyendas que le fascinaban. Pero por alguna razón su familia entera se negaba rotundamente a qué ella volviera ahí está vez sería solamente para ver por última vez a su abuela.
—¿Están listas hijas? Descansen lo mas que puedan nos espera un largo viaje— dijo Franka.
Tomaron asiento juntas y se acomodaron pues les faltaban más de 8 horas de viaje en el aire. Después de esto al aterrizar tomaran rumbo a la capital Yakutsk y ahí en la ciudad tendrán que conseguir quien las pueda llevar hasta el pueblo de su familia, que todavía está a horas de viaje atravesando la nieve y para llegar haya hace falta un chófer con
experiencia aunque lo más seguro es que ya habrá alguien del pueblo esperando por ellas.Después de casi 2 días enteros de viaje, por fin habían llegado al pueblo de sus abuelos Oymyakon todo el paisaje parecía como de un cuento, el bosque de coníferas nevado, las montañas enteramente blancas, el río helado corriendo entre el hielo sólido y los sonidos de los animales en estado salvaje.A pesar de que Franka no había pasado mucho tiempo en el pueblo todos mostraban hospitalidad y eran muy amables pues sabían de quién era hija y las recibieron cálidamente. Las llevaron a la casa de su familia, dónde se encontraba la señora Viktoria.—Hola ¿Cómo sigue mi madre?— dijo Franka nadamás cruzar la primera puerta de la casa.—Hola querida, sigue estable pero está muy cansada— contestó Ivanna —Ven aquí mira que tengas años de no verte— le dijo para abrazarla.Después de unos minutos recorriendo el pueblo Karenina y Ania decidieron que ahora sí entrarían a la casa de la abuela.—Ven Ania supo
Agitado cargando el cuerpo de Karenina llegó a una cueva en la montaña, la dejo un momento en el suelo para tomar su forma humana.Tenía que quitarle la ropa mojada para que su cuerpo pudiera tomar calor otra vez, la comenzó a desvestir con la mayor calma y cuidado que su mente le permitía pues no le era fácil concentrarse. Agradeció que estuviera inconsciente pues de otro modo no se atrevería a tocarla para ayudarla a quitarse sus prendas que ya estaban hasta rotas.Aunque no quería verla sin su permiso pero tenía que para también limpiar las heridas de su cuerpo, cuando quitaba cada prenda y descubría más de la tersa y delicada piel de su mujer más se inquietaba. Trataba de mantener la calma, pues moría por tocar esa deliciosa piel y marcarla, le temblaban las manos y se le hacía agua la boca, tragaba saliva con dificultad para acallar sus instintos de morder a su presa.Finalmente logro terminar de desvestirla, la tomo en brazos y la llevó hasta la cama hecha de
Después de comer tranquilos la deliciosa carne de la libre, estaban ambos muy cómodos sentados tan cerca que Karenina podía recargarse en el hombro de Lukyan.—¡Auch!— gritó y se recostó en el hombro izquierdo de él.—¿Qué pasa te lastimaste?— alarmado le preguntó.—No es nada sólo que al reírme me dolió el costado, ahí tengo una gran marca morada— le explicó ella.—Aaah claro te golpeaste mucho, lamento que mi forma de lobo te haya asustado tanto— dijo sonando triste.—No te preocupes ya no pasará ahora se que eres tú y ya no tendré miedo ni voy a huir de ti— sonrojándose le afirmó.—Nunca te haré daño pequeña, tú y yo nacimos el uno para el otro— sin timidez le declaró.—Lukyan ¿Cómo puedes decir algo tan serio así sin más?— le cuestionó ella escondiendo la vergüenza.—¿Eh porqué, que tiene de malo?— confundido la miro como acomodaba su rostro s
Mientras en el pueblo la gente estaba de luto por la partida de su amiga Viktoria y la desapareción de su nieta Karenina, la madre y hermana de esta última estaban inconsolables. Solo mantenían la leve esperanza de que pronto volviera y ellas la esperarían.Por su parte en la cueva.Karenina y Lukyan seguían conociéndose más a fondo el uno al otro.—¿Qué pasó todo este tiempo contigo?— le pregunto Lukyan con tono de molestia.—¿Entonces si eras el niño de esa ocasión verdad?— le respondió curiosa.—Si en esa reunión se suponía que tú y yo seríamos presentados oficialmente como futuros esposos, pero no pasó nada— le afirmó Lukyan.—¿Eh enserio, yo no sabía nada eso? Es decir según yo sólo estaba acompañando a mi abuelita a la reunión con un hombre en medio del bosque— le aclaro ella.—¿Porqué, como no te lo dijeron?— se sorprendió de la respuesta.
Después de escuchar el relato Karenina se quedó pensando un momento, ella recordaba un cuento similar que le habían contado de niña pero en su cuento el final no era feliz y tampoco parecía una historia de amor.Porque si era algo que conectaba a las 2 familias desde hace tanto tiempo en su familia aquello parecía más una sentencia y no una promesa, todos los recuerdos que creía insignificantes por ser de una niña pequeña ahora tenían sentido.—Lukyan cuando era una niña me contaban un cuento parecido, pero para mí no era una historia con final feliz— le confesó.—¿Entonces como es la historia que te contaron a ti?— interrogó a la jóven.—Pues mira no recuerdo lujo de detalle pero bueno.Y así Karenina comenzó a relatar el cuento que su abuela solía contarle.Mi abuelita decía que hace muchos muchos años atrás nuestra familia no vivía en el pueblo de Oymyakon.
Cuando Lukyan vió a esa mujer consolando a su amada entendió que era su madre, aprovecho el momento y se fue corriendo hacia el bosque tratando de huir de sus sentimientos, de no arrepentirse de dejar a Karenina en el pueblo y llevársela con él.Entre más se alejaba de ella más le costaba seguir corriendo, el sentimiento de su corazón destrozado le quemaba en el pecho cada vez más y más.La ansiedad de la separación le desgarraba el alma, toda su vida había estado esperando por casarse con ella y ahora que por fin había vuelto a encontrarla, que la tuvo sólo para él ahora tenía que dejarla ir.Las cosas no eran como las espero por todos estos años, ella no lo esperaba ni mucho menos quería quedarse con él. No quería pero tenía que dejarla irse, no la obligaría a nada.Sin poder soportarlo más se detuvo y aulló dejando salir toda la tristeza que sentía, después simplemente se desplomó en la nieve quedando incon
Mientras tanto a él lobo le agonizaba su alma internamente. Está tan conmocionado por qué el lazo que comparte con Karenina casi se ha roto, sólo se mantiene vivo porque se aferra a vivir pero realmente estaba herido. Las almas de ambos estaban unidas desde hace tanto tiempo, ellos habían nacido para amarse y vivir juntos.Había pasado años añorando poder completar la unión, que ahora que la dejo ir le ha costado desgarrar su alma y eso lo tenía al borde de la muerte. Pero el no quería obligar a su pareja a quedarse con él y no ser feliz, quería que ella lo amará de verdad y no por cumplir con la promesa.Deseaba que la compatibilidad de sus almas los uniera para amarse y fueran felices juntos el resto de sus vidas, formar una familia él ya hasta imaginaba como serían sus cachorros y los nombres que le gustaría para ellos.Comenzó a soñar con Karenina recordando lo poco que había compartido con ella, desde la primera ve
Tras su llegada rápido acudieron más personas a recibirlos, tomaron a Karenina y ayudaron a Franka a bajar de Yuri.Él tomo su forma humana y se cubrió rápido para explicarle a Irisha la situación.—Hermana lleva a esa mujer con nuestra madre dile que es la prometida de Lukyan— le ordenó.—Enseguida Yuri— acato la orden y la llevo suavemente en brazos.Gritando entro a su casa lo que alarmó a Anastasia y a Valka.—¿Que ocurre hija?— pregunto Valka acercándose a ella y la ayudo a recostar a la jovencita —¿Quien es ella Irisha?— insistió confundida.—Madre dice Yuri que ella es la mujer de Lukyan— le explicó.—Ahora entiendo porque están ambos así, hay que dejarlos estar juntos para que puedan despertar y recuperarse— les indico a las dos.—Madre ya estamos aquí en que ayudamos— dijo Akim entrado a la habitación.—Tú y Yuri lleven a Lukyan a las aguas termales ya están haya mis ayudantes alistando las cosas— les ordenó estresada —I