Emma Spencer.Luego de la noche que tuve, en donde soñé con Hécate y mi madre, la mañana vino rápidamente. Peter se quedó preocupado y constantemente verificaba si es que estaba respirando o estaba bien.Puedo entender de qué su actuar viene de la preocupación, pero eso no quita que sea bastante molesto. Honestamente, no me dejó dormir completamente. Cuando la primera luz de la mañana estaba tocando la ventana, ya era hora de levantarme. Suspirando y a regañadientes me levanté, maldiciendo para mis adentros.Peter, intuyendo que estaba con un humor de m****a, no intentó decirme nada, ni tampoco detenerme. Me quedé en la ducha por un largo tiempo, dejando que el agua caliente se llevara todos mis problemas. Sentí como si el tiempo se ralentizó.Al salir del baño, el exquisito aroma a café recién hecho golpeó mi nariz. Buscando el origen del olor me encuentro frente a frente con William.Él se me queda mirando con una sonrisa coqueta en sus apetecibles y carnosos labios y con una bandeja
Emma Spencer.Sonreí a lo que escuché desde mis espaldas. Me separé suavemente de él y me giré para verlo a la cara. Me acerqué a él le tomé la cara con ambas manos y le dije, “también te amo, William. Te amo con la intensidad de una adolescente, pero con la templanza de una adulta. Te amé ayer y te amaré mañana, porque sé que no hay en el mundo alguien como tú.”William abrió mucho sus ojos y dijo, “no te merezco, Emma. No soy digno de ti.”Sonreí nuevamente mientras le dije, “Si tú no eres digno de mí, entonces, ¿quién lo es? William, las diosas, nos emparejaron porque sabían que tú complementarías una parte de mi alma, al igual que Peter y Parker. Los tres siempre tendrán una parte de mí. Y cada vez que estoy con ustedes, me llenan el alma.”Luego suspiré y dije, “solo me gustaría que Mia se sintiera igual de completa que yo me siento.”Frunció el ceño y dijo, “¿A qué te refieres, muñeca? ¿Mia no se siente completa?”Me senté en la cama y suspirando le dije, “no, cariño. Mia no se
William Redd.La emoción que sentí al ver que sobrevivió a su primera transformación es innegable. Me siento sumamente orgulloso de que Emma sea mi mujer y haber podido presenciar lo fuerte que es, me deja sin palabras. Después de horas de impotencia, al no poder hacer nada para ayudarla a alivianar su dolor, por fin surgió Mia. ¡Oh y qué loba es!Mia es muy grande. Generalmente, las hembras son pequeñas. Pero ella es muy grande. Es solo un poco más pequeña que nosotros, pero hay que mirar muy detenidamente como para notarlo. El fondo de su pelaje es blanco y es adornado por finas franjas doradas. Sus ojos son verdes, esmeralda, haciendo que el azul profundo característico de Emma quede escondido.Se quedó viéndome fijamente, sin saber qué hacer. Al verla, me quedé con la boca abierta. Me agaché lentamente y le sonreí. Mia alzó su nariz y olió el aire. Al notar que soy suyo, caminó lentamente hacia mí, cuál felino asecha a su presa y sin esperarlo, Mia se lanzó sobre mí, haciéndome ca
Parker Bennett.Luego de haber pasado la noche en la cabaña, con Peter, regresamos a la mansión. Maddie tenía muchas ganas de volver con nosotros, pero nuestra intuición nos dijo que era mejor que se quedara aquí, acompañado de la guardia y de sus abuelos. Bueno, nuestra intuición era correcta.Noah llamó hace un rato y nos dijo lo que había sucedido. Por un lado, me siento sumamente feliz de que Emma por fin haya podido transformarse en Mia. Pero por el otro lado, me siento decepcionado al no haber podido presenciarlo. Sé que en algún momento podré conocerla, pero eso no me quita la sensación de pesar que tengo, de que debí haber estado con ellas.“Era la noche de William, Parker. Nosotros ya la habíamos tenido, Peter también y era el turno de él. Además, seamos honestos. Ninguno de nosotros habría reaccionado de la forma que Emma y Mia necesitaban. Sentir su sufrimiento a través del vínculo fue un verdadero tormento desgarrador y eso que no la vimos.”“Lo sé Fenrir. Estaba ahí. La gu
Emma Spencer.¿Qué mierda nos está pasando? ¿Por qué me siento tan al borde de mis emociones? Siempre he sabido gestionarlos bien. Pero ahora, me siento abrumada por todo. Me siento llena de múltiples pensamientos que no puedo procesar. Suspiro pensando en eso.“Querida, ya llegamos. ¿Estás segura de que quieres entrar? Siempre te puedes quedar en el auto.”Frunzo el ceño mientras le digo, “no, Peter. Yo voy con ustedes.”Veo cómo suspira y, sin decir nada más, se baja del auto. Parker me abre la puerta y me ayuda a bajar. Toma de mi mano y caminamos hacia la entrada. Una extraña sensación de atracción me inunda. Es difícil de explicar. Siento como si algo me empujara a entrar. Es como si algo me estuviera llamando.Trago fuerte el nudo que se me ha formado en la garganta y antes de que tocáramos la puerta, esta se abre completamente. Una mujer cuyo cabello es blanco y largo. Cae en cascadas hasta su cintura. Sus ojos azules brillan y con una sonrisa tierna me dice, “Llevo años esper
Emma Spencer.Dejo escapar el aire que estaba conteniendo cuando veo que se llevan a Sheldon. Pongo mis manos en los pechos de mis parejas, esperando tranquilizar a sus lobos. Les digo por el enlace mental, “cálmense, chicos. No llegaremos a nada si se transforman. Necesito saber más sobre el aquelarre. ¡Por favor!”“Muñeca, no esperes a que nos quedemos sentados observando como corres peligro. Eso nunca pasará. Tu bienestar es nuestro principal objetivo, Emma.”“William tiene razón, nena. Tu vida la protegeremos a cualquier costo. Incluso si debemos dar la nuestra por ti.”“No hace falta que agregue algo más a lo dicho, corazón. Los tres estamos en la misma página. Esto no es negociable y lo sabes perfectamente bien.”Los miro a todos y puedo sentir el tremendo amor, la preocupación y la protección que quieren brindarme. Suspiro, y queriendo contener las lágrimas, les digo, “No lo digan ni en broma. Yo no puedo vivir sin ustedes.” Luego respiro profundo un par de veces, intentando ca
Emma Spencer. “Y con eso concluye mi presentación sobre innovación educativa. Muchas gracias a todos por asistir.” Patrick Sheldon, el decano de la universidad dice, “Damas y caballeros, esta fue la presentación magistral de la Dra. Spencer, profesora interina de la universidad de Stanford” Puedo observar como el público se pone de pie aplaudiéndome. Algunos gritan, “¡Bien hecho!” y no puedo evitar sonreír. Me bajo del escenario y me encuentro cara a cara con el principal benefactor de la universidad: Peter Bennett. Es el multimillonario más codiciado del país. Observo al inmenso hombre que está de pie frente a mí. Extremadamente alto, una pared de puro músculo, pelo castaño un poco más largo arriba que en los costados, ojos de color almendra, labios carnosos, mandíbula fuerte y barba recién cortada. Viste un traje negro, hecho a la medida. Atractivo, varonil, el sueño de cualquier mujer, el cual hace que tus bragas se mojen, solo con mirarlo. Con una sonrisa perfecta dibujada
Emma Spencer. Luego de presenciar a ese patético mal nacido que, desgraciadamente, es aún mi marido, cogerse a su secretaria en mi casa, me subí al auto y apreté el acelerador. Sé que no puedo ir a casa de mi madre. Aún no. Necesito procesar todo lo que vi. Maddie no puede verme así. ¡Cielos! Maddie. ¿Cómo justificaré que su papi es un maldito? ¿Qué le diré cuando me pregunte que por qué no volvemos a casa? Puede que solo tenga cinco años y que Alberto no sea el mejor de los padres, pero no se le va ni una. A veces siento que hablar con ella es como hablar con un adulto, en pequeño. ¡Demonios! ¡Estoy conmocionada! y honestamente soy demasiado terca como para llorar. Furia fluye por mis venas, como lava espesa y ardiente. Mientras estoy discutiendo con mi yo interno sobre qué camino tomar, mi celular me arranca de mis pensamientos. Me detengo en la avenida y veo quien llama, y no es otro que ¡Alberto-idiota! Corto la llamada sin ganas de escuchar a ese gusano insignificante. Bloqu