Capitulo 06

Virginia caminaba lentamente por el hermoso pasillo, le sorprendía que un edificio para la servidumbre fuera tan acogedor y fino, no era algo que viera muy seguido, de hecho, ella nunca fue ni una sola vez en su joven vida a uno en el Reino de Gorian. 

¿Por qué lo haría? 

Era la primogénita del Rey Jhon tercero Wiztan, tenía su propio palacio en la capital y viajaba dependiendo la temporada del año a uno distinto, no eran muy grandes o majestuosos como el que recién vió que pertenecía al Rey de Maita; pero la princesa era feliz en su estilo de vida, esa que lamentablemente ya había acabado. 

Tenía que aceptar su realidad, ahora era una esclava de guerra de un Reino enemigo, ahora era la marioneta del Rey de Maita, Lance Lamparth. 

— ¿Cuando llegaremos? — Preguntó la desaliñada princesa con su cuerpo tambaleante del dolor causado por sus zapatillas y tan largo viaje. 

Sin embargo, no obtuvo respuesta de los hombres que la escoltaron. Unos minutos después, ellos simplemente se detuvieron y abrieron una enorme puerta la cual llevaba por unas escaleras de madera hermosamente decoradas en dirección hacía arriba. 

"¿Subir escaleras? Yo, siento que no puedo si quiera dar un paso más… ¡Por qué tienen que esforzarme tanto! ¿Esperan que suba todas esas escaleras? Deben ser cien, no más de cien"

Pensaba la hermosa princesa con una expresión de terrible cansancio, su odio por el Rey que la había metido en esa situación aumentaba en gran manera, deseaba tenerlo frente a ella y buscar dañarlo aunque sea lo último que hiciera en su vida. 

"Tranquila Virginia, todavía puedo buscar una forma de huir de aquí, puede ser un territorio de cientos de hectáreas, pero debe existir una mínima opción para salir, cuando ya no tenga soldados a mi alrededor y sean las sirvientas será más fácil evadirlas"

Virginia no tenía más que animarse a ella misma, mientras comenzaba a dar pasos lentos subiendo una a una las escaleras, creyendo que no lo lograría pero esforzándose al máximo, pues ya no quería mostrarle una imagen más deplorable de la que actualmente poseía a sus enemigos. 

No quería que se burlen más de ella, había perdido su orgullo, su dignidad había quedado hecha cenizas, no quería caer más abajo; pero seguía siendo una joven señorita que no era conciente que ya había tocado fondo y su vida pendía de un ligero hilo que podría romperse en cualquier momento. 

**********

— ¿Dónde está ella? — Preguntó el Rey de Maita, Lance Lamparth a su amigo, el Barón Allen Jones. 

— Hice tal como me indicaste, la envié al edificio de la servidumbre donde estará trabajando como una esclava, sin embargo, tu idea no me convence del todo Lan, es muy arriesgado. — Decía el joven hombre rubio de ojos marrones claros, mientras su mirada se posaba en la larga ventana que tenía a su costado izquierdo. 

— ¿Por qué lo dices?  — Preguntaba seriamente el Rey Lance. 

En ese instante la vista marrón de Allen se apartó del paisaje a través de la ventana, dirigiéndose al Rey al que servía fielmente y consideraba su mejor amigo. 

— Ella no parece ser alguien fácil de tratar, parece frágil y hasta la consideraría inútil, pero las niñas así son estúpidas y querrá huir de aquí, para ella será más fácil huir estando bajo vigilancia de las sirvientas, que en una torre encerrada como la prisionera de guerra que es.

Lance sabía que Allen tenía razón, sabía que Virginia podría intentar huir y en el peor de los casos para el, lograrlo con éxito. El Rey de Maita, no tenía intenciones de dejarla irse, ella era una herramienta esencial para tener control sobre su enemigo el Reino de Gorian y sabía que aunque llegue a alguno de los límites de su territorio sería capturada por sus hombres. 

— Ella eventualmente se dará cuenta que es absurdo intentarlo. — Dijo ese Rey de ojos dorados con una fría y burlista expresión. — Cuando ella vea lo inútil que es en realidad y que jamás podrá huir de aquí, se rendirá.

— ¿Que pasa si no se rinde? No quiero subestimar a tu gente, pero… ¿Si comenten un error y ella lo consigue? Quizá deberías sugerir este tema, como un punto a tratar en la reunión de mañana.

Lance miro seriamente a su amigo, sabía que Allen decía todo aquello solo por qué estaba preocupado que se hechara a perder el plan y que su valioso rehén huyera, dejando completamente libre a Gorian para tomar venganza sin preocupaciones. 

Sin embargo, al Rey Lance Lamparth le preocupaban otras cosas, como el hecho de que su enemigo aceptará tan rápido y fácilmente el que se lleven a la princesa Virginia.

"Se supone que esa niña es la primogénita y favorita del Rey de Gorian, ¿Por qué ese anciano ni siquiera luchó un poco por detenerme y quedarse con su amada hija? ¿Estaba tan aturdido por la perdida de sus mujeres y otras hijas? No, claramente es un viejo que no le importaba nada más que el y su gloria"

— Discutiré el tema mañana en la reunión de la corte. — Dijo el Rey para continúar su camino en dirección fuera del palacio. 

— ¿Dónde piensas ir? Creí que estabas muy cansado luego del largo viaje, está noche será la fiesta de triunfó, ¿No descansarás un poco antes de tener que lidiar con la hija del duque Brown? — Decía Allen pensando que su amigo tomaría una siesta y tomándolo por sorpresa el que buscará salir del palacio. 

**********

Cuando finalmente Virginia llegó a la segunda planta más alta del edificio, se le dijo que ella se quedaría ahí; cruzando la puerta vió a la encargada del órden del lugar junto a la encargada de las sirvientas de esa planta. 

— Bienvenida Virginia, tengo entendido que eres la nueva esclava de guerra proviniente de Gorian, a partir de hoy deberías olvidar por completo el hecho de que eras una princesa, ahora no eres más que alguien inferior que si quiere sobrevivir, tiene que cumplir sus obligaciones y horarios. — la señora encargada del órden, se llamaba Lorena y tenía treinta y cinco años, cabello negro y ojos del mismo color, la mujer era intimidante y observaba con una fría expresión a Virginia, viéndola con asco de pies a cabeza. 

Los guardias una vez la dejaron con esas dos mujeres, se marcharon del lugar casi de inmediato, Virginia solo asentía a las palabras e indicaciones que le daban ambas, para finalmente dirigirse a la habitación donde se quedaría. 

— Cada habitación es compartida con tres mujeres más del personal, cada planta del edificio se separa por el tipo de trabajo que haces, nosotras nos ocupamos de la cocina, levantándonos desde las cuatro de la mañana y saliendo hasta las ocho de la noche en días normales, tenemos dos días libres cada quincena y son de manera alterna, permitiendo que visitemos a nuestros familiares, claro tu tendrás los días libres pero no podrás salir de el territorio Real, por último, hoy no hay nadie en los alrededores ya que todos están ocupados trabajando arduamente para la fiesta de victoria de está noche. — La jefa de las sirvientas de esa planta, daba cuidadosamente la explicación a Virginia de lo que consistía el evento de esa noche y la importancia que tendría, así como el papel que ella desempeñaría. 

"¿Celebración por el triunfo de guerra? ¿Quieren que yo sea una sirvienta y sirva durante esa fiesta? Cuando están celebrando el derrotar y asesinar a mi familia…" Pensaba la joven princesa de Gorian sintiendo como su sangre hervía de enojó y queriendo reclamar, sin embargo una idea cruzó su cabeza.

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