Llegaban a la casa de Violeta, todos bajaron del auto y Sol les indicaba donde entrar. Emiliam cargaba a su novia, ya que seguía dormida y decidieron no despertarla.
— Sí que estaba cansada — decía Daniel viendo a Violeta dormida — su pasión es dormir.
— Sí, recuerdo cuando se quedaba dormida en las fiestas de cumpleaños — sonrió al recordar como encontraba a su amiga debajo del árbol — pero creo que Emiliam ya se debe estar cansando, te diré en dónde está su cuarto, no sé si gustes comer algo antes de dormir.
— Creo que por el momento no, también me encuentro exhausto y deseo descansar. No sé si podría quedarme en otro cuarto, considero que es mejor dejar sola a Violeta — acomodaba a su novia, a pesar de ser delgada ya empezaba a pesarle.
— Claro, te digo donde está su cuarto.
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