Mi nana está en la cocina y la noto un poco molesta, lo sé por la forma en que talla todos los utensilios que ha utilizado para prepararnos a todos el desayuno.

Supongo que no le ha caído en gracia nada de lo que está pasando, sin embargo, no sabría qué hacer para ponerla más a salvo si no es conmigo, aunque nos encontramos rodeadas por lobos.

¡Esa endemoniada Kala Wolf va a saber quién soy!

“Pues, claro que sí”, reafirma Aella, “solo que tenemos que ser cuidadosas”.

“¡Ja!”, le espeto, “si me la encuentro en un lugar solitario, estoy segura que le puedo componer esa carita de inocencia fingida que tiene sin que nadie la extrañe”.

“Mucho cuidado con lo que dices”, me recuerda mi loba, “si es cierto que no nos gusta cómo trató a nuestra nana, también debemos velar por la seguridad de Aike y los otros, recuerda que los tiene amenazados”.

“Y esa es la razón por la cual no le estamos arrancando la cabeza en este instante”, le aseguro.

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