Cap. 2- Italia.

James pagó el viaje, los cuatro bajaban del avión en ese momento.

Vio que la chica no era fea, y tampoco era tan gorda como lo era en cámara.

Pero si notó que era una persona diferente.

Era una chica parlanchina, curiosa y cantarina, durante el tiempo de espera en el aeropuerto.

Pero al subir conoció a una chica silenciosa y retraída, por lo que se acercó a ella y comenzó a tratarla haciendo que se olvide del despegue del avión.

Durante el vuelo la vio dormir.

El no suele ser un hombre paciente, así que verla dormir lo hizo feliz, menos personas que tolerar.

Pero ahora que bajaban del avión se sentía incómodo.

La chica volvía a hablar hasta por los codos.

Él y William decidieron ir mucho más alejados del par de chicas que no paraban de hablar.

-Si acepta casarse conmigo le pondré una mordaza veinticuatro siete – dijo James a William.

Ambos se reían a carcajadas.

-Ya te veré trabajar horas extras – dijo William. Justo cuando salían del aeropuerto.

Al llegar al hotel, Sol que ya sabía lo que iba a pasar tomó a su mejor amiga de la mano y la sentó en uno de los muebles.

-Amiga sabes que te amo ¿Verdad? – dijo Sol. Girasol sonrió. – En este viaje yo necesito de tus dotes de actriz – la sonrisa de Girasol se esfumó.

-¿Qué has hecho? - Pregunto Girasol.

-Tengo que pedirte un favor- dijo Sol.

-¿Qué favor? - dijo Girasol, en ese instante James observándolas pensó en lo confuso que es tenerlas a ambas allí, no por su parecido, si no por sus nombres.

-James, es el primo de William y él es el dueño de la empresa en que trabajo, se tiene que casar para heredar la empresa y necesito que actúes como su novia y luego como su esposa- dijo Sol, dando un resumen. Antes de que Girasol pudiese hablar James lo hizo.

-Solo te pido que aceptes a cambio te daré lo que pidas- dijo él.

-Explícame dos cosas, la primera, porque me buscaron a mí y la segunda porque me quieres comprar. - dijo ella.

Ambas parejas subieron a la que sería su habitación, Girasol se dio cuenta que su amiga estaba renunciando a dormir con su novio por la presencia de ella allí.  

-Ve a dormir con tu novio- dijo ella.

-Sé que estas molesta, pero este cambio es inocente- dijo Sol.

-¿A que le llamas inocente? - dijo Girasol.

-Solo serás su esposa para él heredar, luego se divorciarán y él se casará con Ava- dijo Sol.

-¿Él tiene pareja? - pregunto Girasol, justo cuando William y James entraban a la habitación.

-Si- dijo James- pero mis padres no la aceptan, no les cae bien, por eso les pedí ayuda a William y Sol y tú terminaste siendo la elegida- dijo James.

-¿Por qué no les cae bien? - Preguntó de nuevo Girasol.

-Deja de hacer preguntas- dijo James perdiendo la paciencia.

William que conocía como se podría sentir la chica, sonrió y se sentó en la cama con la pequeña actriz.

-Veras, mis tíos, le han pedido que se case porque tiene 34 años y aún no ha dado nietos, pero no les gusta la novia de él, por eso la meta es que actúes delante de mis tíos como la peor esposa, es solo para que ellos amen a Ava y luego ellos se casaran y a cambio te daremos a ti lo que tú pidas. - explicó él.

-Y esto se debe a que mi padre piensa quitarme la empresa de no dejar a Ava- dijo James, ocultando el verdadero motivo.

- ¿Y si tanto la amas porque no renuncias a la empresa? - preguntó ella. El silencio que llegó la hizo dudar.

-Ellos no son como nosotras Gira, ellos sin dinero se mueren- dijo Sol, Girasol asintió.

-Solo pido tener mi propia casa y que este equipada- dijo ella.

Él lo entendió, ella aceptó.

-Y lo quiero por escrito- dijo ella, sorprendiendo a James.

-Por escrito lo tendrás- dijo William.

Él como abogado de la empresa se aseguraría de que ambos se beneficiaran, él ya conocía la regla, el 10% era para la esposa con la que cumpliera un año.

El contrato lo hizo bajo las reglas dictadas por ambos.

Las reglas que él impuso, le sorprendió.

-Solo debe salir acompañada.

-No tener amantes, sus necesidades las cubrirá su esposo.

-No puede imponer nada en la casa que habitará, ni hacer cambios.

-Solo tratará con la familia de su esposo en su presencia.

-Verá clases durante su noviazgo, para el perfecto comportamiento.

-Una vez que el divorcio esté firmado, tomará sus cosas y se ira sin acercarse a ningún conocido, ni dar declaraciones.

-No pisará la Empresa, ni la casa de sus suegros a menos que tenga el permiso de su esposo.

-Solo podrá salir sola a retiros y campamentos.

Ella por su parte fue más sencilla.

-No quejarse de lo que pueda ocurrir mientras actúa.

-Sin vigilantes.

-No mostrar a su pareja en su cara y de ser así, o hacerse público se firmaría el divorcio de inmediato.

-Podrá salir a cualquier viaje sin previo aviso

Y era algo lógico para William, ella además de ser cornuda en la sociedad en la que viviría no tenía por qué soportarlo de frente y menos ante la prensa.  

El contrato lo firmaron ambos, solo unas horas después de haber llegado.

Lo increíble era que les quedaba un mes, para disfrutar.

Durante ese tiempo ella se fijó en quien sería su esposo, sus alergias, sus gustos, su forma de vestir.

Ella y él no pegaban ni con goma.

Él era todo elegancia, hasta para llevar un short.

Ella, solo le importaba estar cubierta y abrigada.

Durante el tiempo que estuvo allí de viaje no recibió ni un mensaje de su novia, pero eso lo olvidaba al ver al par de amigas tomarse fotos.

Siempre que las dejaba de ver para revisar su celular se metían en algún lío.

De pronto vio como un chico se acercó a ambas chicas y le dejó a cada una bolsita de gomitas que ambas recibieron.

Él golpeo a su primo en el hombro y ambos se acercaron, William besó a su novia, sin embargo, James se acercó y simplemente beso su frente.

Ese acto hizo sonreír a Girasol, ese gesto se le hacía tierno, ella fue a destapar la bolsa de gomitas y James se lo arrebató de las manos.

-Lo que quieras comer, pídelo- dijo James.

-Quiero gomitas- dijo Girasol. William se sorprendió cuando vio a su primo levantarse y volver con un paquete de gomitas como ella lo pedía.

Algo que James cambió fue la forma de vestir en Girasol.

Ahora usaría muchos más vestidos y buscaba que su ropa combinará, para cuando terminaba el mes, ella ya conocía todo de él y sabía que nadie lo hacía cambiar de opinión.

En su último día en Italia ella miraba por la ventana de la habitación, estaba feliz, le gustaba poder cumplir ese sueño.

Él leía como las leyes de su país le colocaban un límite de 90 días para casarse.

- ¿Te puedes quitar de la ventana?, me obstruyes la luz- dijo él con un toque de rabia.

-Busca otra ventana- dijo ella. Él se levantó molesto y la tomó del rostro.

-Ya veo porque no te has casado, eres insufrible- dijo él. Ella intentó quitar su mano de su rostro, pero él presionó más fuerte- se obediente- dijo él y luego la soltó.

-Me largo- dijo ella, él se sorprendió, pero al girarse hacia ella se arrepintió de todo, la chica tenia lágrimas en sus ojos y en su barbilla se marcaba un tono rojizo justo donde estaban sus dedos.

-Lo siento- dijo él, en ese tiempo no la había visto llorar y menos le había visto alguna marca que no fuese las que se había hecho al caminar con los rayos del sol. – Yo no suelo ser así, es solo que me han sobrepasado los papeles, dice que solo nos podemos casar en tres meses.

-Eres así, cuando sacas lo peor de una persona, sacas lo que realmente es y yo no quiero arriesgar mi vida. - dijo ella.

-No vuelve a pasar, lo juro- dijo él.

-Te infartaras, pero en mi país piden una relación de cinco años para poder casarse- dijo ella, él se golpeó la cara con su palma, era un gesto que veía mucho en ella, eso la hizo reír a carcajadas.

Él odiaba esa risa, era escandalosa, pero la soportaría solo por no verla llorar más.

Entre su pensar vio más allá de la chica y en la pantalla de su computador se veía una nueva noticia.

“La estrella del momento se casa en Las Vegas.”

Sabía que rompería su imagen perfecta, pero no tenía más opciones.

Hoy rompería una regla de su casa.

“No hacer espectáculos”

-Las Vegas- dijo a Girasol- Nos casaremos en Las Vegas.

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