Punto de vista de Daphne

Caleb me dio un regalo. Nadie, aparte de la Luna Alma, me había dado un regalo antes. Mi hermana solía darme libros, comida y, ocasionalmente, alguna pequeña golosina, pero nunca consideré esos como regalos. He vivido innumerables cumpleaños y días festivos sin que nadie se acordara de mí, a menos que fuera para vociferar órdenes. Me tiemblan las manos mientras trato de quitar el lazo de la caja de terciopelo. La caja es muy suave en mis manos. Estoy atónita cuando finalmente abro la caja.

Dentro de la suave caja de terciopelo está el collar más encantador que he visto en mi vida. Hay pequeños diamantes que recubren la cadena de oro rosa, que es muy fina. Todos ellos conducen a un inmaculado colgante de diamantes en forma de lágrima en el centro. Oh, Diosa de la Luna, seguramente esto no es para mí. Soy torpe, sé que lo romperé. Cuando le digo a Caleb que no podría aceptar esto, pareciera como si se le rompiera el corazón. Intento explicarle que me preocupa qu