Capítulo 97
Me quedé en el hospital con Emiliano. El médico me explicó que estaba fuera de peligro, pero que encontraron un rastro leve de veneno en su sangre. Esa palabra me heló.
—¿Veneno? —pregunté, sin entender—. ¿Está seguro?
—Sí —respondió el doctor—. No fue una dosis letal, pero sí suficiente para debilitar su sistema y provocarle lo que vimos. Alguien se lo dio de forma lenta.
Me senté en una silla, con las piernas temblando. ¿Quién haría algo así?
—¿Tienen idea de cómo pudo haber pasado? ¿Quién?
—No —dijo Emiliano, negando con la cabeza
—Deben empezad una investigación, es delicado.
Lo llevé a casa apenas lo dieron de alta. Dormía mucho, tenía náuseas, estaba débil. Lo cuidé con devocion, Isabel también estaba pendiente, le llevaba caldos, tés, le cambiaba las sábanas y hablaba con él para que no se sintiera solo.
—Luisa —me dijo una tarde—. No quiero ser paranoica, pero… ¿no crees que Clarisa está detrás de esto?
Asentí. No era la única que lo pensaba.
—Lo he sentido desde