Capítulo 80
Mi cuerpo empezó a temblar, sentía que el aire se me escapaba de los pulmones, no podía ser verdad.
—¿Que dijiste?
—Roberto es tu padre, engañe a Tomas porque siempre lo ame, Roberto estuvo de acuerdo porque sabia que jamás hubieras tenido prestigio a su lado, nunca hubieras sido una niña de bien —mi mamá suspiro, me miraba con frialdad, quizás solo quería hacerme daño con el golpe más doloroso de mi vida.
—No me mientas más —le dije a mi Alicia por que ya no podía decirle mama, mirándola fijamente —. Yo soy hija de Tomás, el es mi papá.
Alicia bajó la mirada y Negó con la cabeza, movía su mentón nerviosa.
—No, Isabel, no eres su hija de sangre, Él te crió, sí. Te amo, Pero yo lo engañe, no es tu verdadero padre.
Me sentí como si me partieran en dos, el mundo se me venía abajo y no sabía cómo detenerlo.
—Roberto Castillo y yo tuvimos una aventura —continuó—. Fue solo una vez, Yo estaba sola cansada de ser inferior a mi prima, y me equivoqué. Cuando supe que estaba embar