A penas, Colton llegó a la casa me pidió el nombre completo de Dev. Y sin dudarlo se lo di, también le di la dirección de nuestra antigua casa y él me convenció de que lo resolveríamos.
Pero cuando lo llamaron una hora después sabía que nada estaría bien.
Las lágrimas casi por sí solas hicieron su camino por mis mejillas y yo solo pude cubrir mis labios intentando no soltar sollozos mientras Colton escuchaba lo que le decían del otro lado de la línea.
Cuando colgó se acercó a mí y sostuvo mis manos para dejar que mis sollozos bañaran el silencio de la habitación.
Estábamos en su cuarto, Clay estaba en la biblioteca leyendo un libro y él me había traído aquí para hablar un poco más privado a cerca de todo.
—¿Cómo son las fotos? —cuestionó con suavidad y yo solo pude levantar mi teléfono y buscar las fotografías para mostrárselas.
Él tomó el teléfono entre sus manos y sus cejas se levantaron con algo de sorpresa.
—Jesús, mujer.
Él se levantó y se dio la vuelta y casi sonrío al ve