Capítulo 165 —Emboscada
Narrador:
El auto avanzaba con suavidad por la carretera polvorienta que serpenteaba a la salida del pueblo. El sol ya estaba alto, pero el aire aún conservaba esa calma falsa de las mañanas rurales. Eros iba en el asiento trasero, con el cinturón mal abrochado, distraído con el celular. El chofer, un hombre alto y callado, no había dicho ni una palabra desde que lo recogió.
Todo parecía tranquilo. Hasta que, de repente… el infierno se desató.
Primero fue un estallido seco. Luego otro. Las ventanas reventaron al mismo tiempo que el parabrisas estallaba en mil fragmentos. El sonido de las balas perforando el metal fue como una lluvia de metralla.
—¡¿Qué mier*da…?! —gritó Eros, agachándose de golpe mientras una ráfaga cruzaba por encima de su cabeza.
El chofer intentó maniobrar, pero el auto patinó. Otro disparo y otro más. El cuerpo del conductor se sacudió y soltó un gemido gutural. El coche derrapó levemente, pero no se detuvo.
Eros reaccionó como impulsado por