Capítulo 129 —No buscaba placer, buscaba certeza, refugio, verdad
Narrador:
Aylin no supo cuánto tiempo estuvieron sentados en el pasillo. Solo recordaba el peso de Roman contra su cuerpo, sus respiraciones entrecortadas, sus lágrimas húmedas mojándole la camisa. En algún momento, él dejó de hablar para solo respirar, para solo temblar.
Cuando sintió que el llanto comenzaba a menguar, con la delicadeza de quien mueve a un herido, Aylin lo tomó del rostro, lo miró a los ojos y le acarició las mejillas empapadas. Roman no se resistió. No tenía fuerzas. Asintió en silencio cuando ella le pidió que se pusiera de pie. Se dejó llevar como un niño perdido. Caminaron juntos hasta el dormitorio. No hubo palabras.
Aylin lo hizo sentarse al borde de la cama. Le quitó la chaqueta, luego los zapatos, después la camisa. Lo desvistió sin apuro, sin otra intención que despojarlo del peso que lo envolvía. Él no protestó. Solo la miraba con los ojos vacíos, derrotados. Como si no supiera qué hacer con s