Angela.

Esta mañana mi cama se siente un poco extraño y al abrir los ojos me llevo la sorpresa de mi vida, frente a mi esta recostado Gael, que diablos esta asiendo aquí, como llego asta mi habitación y más por que esta en mi cama, se da la vuelta y puedo admirar su bello rostro, siempre me gusta verlo me parece realmente hermoso me encantaría verlo así todas las mañanas pero por obvias razones no puedo hacerlo, recorro con la mirada su cuerpo y termino en su rostro que admiro con toda libertad mi vista se fija en sus labios que se miran tan suaves estiró mi mano con cuidado para acercarla a sus labios pero él abre los ojos y se me queda mirando fijamente los nervios me invaden y lo único que se me ocurre hacer es empujarlo para apartarlo de mi asiendo que se caiga de la cama.

-¿ Que ase en mi cama ?

Gael se siente en el suelo y recarga en la cama sobando el entrecejo.

-No lo sé.

-¡ COMO NO LO VA A SABER !

-No me grites qué me duele la cabeza.

Al darme cuenta de lo que hice me cubro