Punto de vista de Bella
Dos semanas después...
Me senté en el borde de la cama, acunando a Rose en mis brazos. Solo tenía dos semanas, pero guardaba en su interior cada secreto que había envuelto mi vida. Sus pequeños dedos se aferraron a los míos, delicados pero tenaces, y por un instante fugaz, casi me permití sonreír. Casi.
Pero entonces, el sonido agudo de mi teléfono en la mesita de noche rompió la paz. El corazón me latía con fuerza. Era Cole llamando. Me quedé paralizada, mirando la pantalla como si el nombre pudiera reducirme a cenizas. Durante las últimas semanas que llevo aquí, he estado evitando a Cole... y especialmente, este momento. Me sumergí en respuestas de mensajes y excusas cuidadosamente preparadas. Pero no podía evitarlo para siempre. Era mi esposo y, a diferencia de Eric, Cole no dejaba que las cosas se quedaran en silencio. Perseguía, presionaba y amaba con demasiada intensidad.
Me volví hacia Martha, que estaba ordenando mi habitación. "Llévatela", susurré rápi