POV Gabriela

Había pasado una semana desde que el señor Franco salió del hospital, y ahora se encuentra guardando reposo en su casa, bajo el cuidado de su temible esposa. Nunca la había visto tan de malas como ayer que me ha dado el regaño de mi vida, y todo por culpa de su adorable hijo que no sirve para nada más que para entorpecer en todos los planes que tenemos en la empresa.

Gracias a eso todos en la oficina tenemos que redoblar esfuerzos para continuar con los últimos prospectos que teníamos en mente, por más que trataba de explicarle no más no lograba captar la importancia que tenía mantener todo con el proceso que ya se tenía.

—Gabriela, necesito una autorización para enviar la siguiente información a unos clientes.

—Dime que son buenas noticias, Eli. No quiero más dolor de cabeza, por el momento.

—Tranquila, es solo un seguimiento que estamos haciendo, Samuel se está haciendo cargo del resto y solo falta tu firma para que continuemos con todo, además te están esperando en