Capítulo Veintitrés
POV Sebastián

Se me hace que aquí hay gato encerrado y que mis padres no me dijeron toda la verdad, entiendo lo que Gabriela ha mencionado durante la reunión, sin embargo, estoy seguro que el cambio no sería tan malo. Solo necesitamos hacer unos pequeños ajustes para continuar.

Tenía un dolor de cabeza que con nada me lo baja, la soberbia de esta chica sobre pasa mis límites. Se había convertido una piedra en el zapato, nada de lo que decía le parecía, hasta parece que su pasatiempo favorito es hacerme enojar.

—Pueden bajar la voz y dejar de pelear de esa forma, sus gritos resuenan por todo el edificio, y están asustando al personal.

La secretaria de Gabriela nos interrumpió en lo más fuerte de la discusión, un segundo más con ella y no sé lo que hubiera pasado. Tanto ella como yo tenemos un carácter muy, pero muy volátil, si le suman que todavía no olvido lo de su declaración a los medios.

Datemi Pazienza, Signore. Pazienza, pazienza, pazienza.

— ¿Tienes los resultados, Eli?

—D
Amunet J.D.

un pequeño enfrentamiento, nada comparado para lo que se viene.

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