Victoria, supremamente ocupada con los preparativos de la boda, daba los últimos retoques a todo. Leyó nuevamente la lista que había hecho para no olvidar nada y vio que todo estaba en su lugar. La boda estaba por comenzar, los invitados recorrían el hermoso jardín y la capilla estaba abarrotada de gente. Allí estaba su padre, con su hija Isabel de brazo, quien iba a entregarla a Erick, su futuro esposo. Decidió alejarse e ir hasta la oficina; no quería verlo tan feliz y sonriente al lado de sus otros hijos.
—¡Victoria, necesito hablar contigo! —Era Andrés, que tocaba a su puerta. Ella acababa de sentarse para descansar y ahora él venía a interrumpir su tranquilidad.
—No estoy, me fui de viaje.
—Victoria, déjate de tonterías, tengo algo muy importante que decirte. —Ella abrió la puerta de inmediato.
—¡Te he llamado! ¿Por qué no has contestado?
—Estoy ocupada organizando una boda.
—¡Solo quiero decirte que ya sabemos quién es el hombre que te está extorsionando!
—¿Sí? ¿Quién es el desg