*—Rosemary:
Había sido una perra, lo sabía, pero escucharlo decir que se iba y que probablemente regresaría, la asustó y más que en el pasado.
Estar con él la noche anterior fue un grave error, porque estar en sus brazos y sentirse como si estuviese en casa, le hizo desear más, le hizo desear ser feliz, pero saber que volvería a la ciudad a resolver un problema que según él solo tomaría dos o tres días, la asustó y le hizo actuar de esa forma.
Se abrazó a si misma mientras veía por la ventana la marcha de Nathan. Pues, ni bien escuchó la puerta cerrándose, algo impulsó a Rosemary de ir tras él, pero cuando llegó a la puerta, sus pensamientos negativos la detuvieron.
¿Y si era lo mejor?
Nathan no pertenecía al pueblo. El que fuera llamado para resolver un problema en su empre