Lumen
La anciana seguía aferrada a Seth y me preocupaba enormemente que el se enfureciera y le hiciera daño. Wendy y los demás nos encontraron, llegaron corriendo. El sonido de los pasos hizo que me diera la vuelta y cuando volví a mirar, la anciana ya no estaba.
Con la misma velocidad con la que llegó a abrazar a Seth, se había marchado.
—¿Ya se te pasó el enfado…? —empezó a preguntar Zack, sin comprender nada de lo que estaba ocurriendo.
Miré a Seth con temor. Diosa luna, nadie podría predecir qué era lo que pensaba hacer él después de lo que pasó.
El se quedó allí de pie, sin mirar a nadie, solo parecía pensar.
Todos los demás se quedaron en silencio y busqué hacerles señas para que no hablaran.
Me acerqué a mi novio despacio, para que no se irritara.
—¿Seth? —pregunté, casi en un susurro.
Fue cuando me tomó de la mano con fuerza y en tan solo unos segundos, con su velocidad prodigio, nos fuimos de allí. Quería perseguir a la anciana, lo vi en sus ojos.
Los demás también nos estaba