La emoción me invade y aunque me siento cansada, corro hacia ella, sin embargo, la loba que me escoltaba y varios a mi alrededor, se interponen en mi camino cuando tropiezo y casi caigo al suelo.
— ¿Se encuentra bien, señora? — pregunta uno de ellos, mientras Curthwulf corre hacia mí y me toma de las mejillas con ambas manos.— ¿Sucede algo? ¿Te duele algo? — pregunta Curthwulf con preocupación.Mis bebés se mueven mucho y ello hace que me duela un poco al punto de gimotear, por ello, bajo mi mirada a mi vientre, deseando que aún no sea el momento adecuado para nacer. Cuando levanto mi mirada y observo hacia el punto donde estaba mi hermana, ya no la veo.— Gabriela… Curthwulf, Gabriela está aquí. — susurro mirando a Curthwulf con mi vista nublada por las lágrimas.— Debes calmarte. Relájate un poco, porque no logro comp