**CAPÍTULO 46**

« Hum », comienza él acercándose a mí. No dejo de mirar sus ojos de un verde apagado que ocultan todas sus emociones.

Cuando, de repente, Greyson pone su mano sobre la marca en mi cuello. Me tenso, lista para estremecerme de todo mi cuerpo.

Hasta que escucho :

— No reacciones, no reacciones, Willa.

Lo dice tan seriamente que mi cuerpo se niega a dejar escapar un estremecimiento, un sonido, un parpadeo. Nada.

Pero es bastante difícil de contener, ya que el fuego arde en mi cuerpo.

— Aquí está Willa —dice, guiándome ligeramente hacia Rayan hasta que me coloco justo frente a ella. Me estudia atentamente.

Mientras tanto, puedo ver al trío que está al otro lado de ella. Faye está en el medio y golpea suavemente los hombros de los chicos. Su atención se dirige hacia el hecho de que ella señala furtivamente con el dedo la base de su cuello, luego dirige su mirada hacia mí.

Los chicos ven lo que señala y se giran hacia mí, sus ojos se fijan rápidamente en la mano de Greyson que cubre mi marca, bastante visible con esta camiseta sin mangas. Veo cómo sus ojos se agrandan, hasta que Rayan habla.

— ¿Es humana, y sabe ? —pregunta a Greyson, como si yo no entendiera el francés.

— Sí, es humana, y sí, lo sabe.

— ¿Por qué está aquí ? —pregunta casi demasiado rápido y con demasiada agresividad.

Para tu información, estoy aquí porque soy la compañera de Greyson, y también soy la Luna de esta manada. Así que si pudieras irte, sería genial.

Grey baja la cabeza, apartando la mirada de todos.

— Estaba sin hogar y le ofrecimos una casa. Ella trabaja como limpiadora y le pagamos por sus tareas para que pueda irse.

Mi mandíbula se cae instantáneamente, y miro a los demás. Su reacción es la misma. No dijo eso de esa manera. Pero sí, lo dijo.

— ¡Qué amable de tu parte, Grey Grey ! —grita casi Rayan, haciéndome casi estallar los tímpanos.

Ella pone su mano perfectamente manicura sobre su torso desnudo y lo mira soñadora a los ojos. Estoy a punto de arrancarle la mano de encima de mi hombre, hasta que Greyson aprieta ligeramente mi mano.

Lo hace intencionadamente para que me calme, porque en ese momento me siento muy excitada y posesiva.

Necesito todo lo que tengo para no dejar escapar un suspiro tembloroso ni cerrar los ojos mientras el fuego danza alrededor de mi piel. Así que simplemente aprieto mis manos una contra la otra. Estoy casi segura de que tendré marcas de uñas más tarde.

— Tengo tantas historias que contarte, Grey Grey —exclama ella.

Él asiente, y yo sigo boquiabierta mirándolo. Me repito : **¿quién es esta zorra y por qué flirtea tanto con Greyson ?** Y lo más importante, ¿por qué Greyson le déjà hacerlo ?

Finalmente, se gira hacia mí :

— Willa, creo que tienes ropa que doblar en mi habitación.

No puedo explicar la furia que burbujea bajo mi piel. Que Rayan esté aquí es una cosa, pero que Greyson me considere una sirvienta y no su compañera es otra. Y estoy furiosa.

— Ha sido un placer conocerte, Wanda —dice Rayan.

**¿Wanda ? ¿Quién es Wanda ? Greyson acaba de pronunciar mi nombre hace unos segundos.**

— Willa, ve a mi habitación. Vuelvo en un segundo —me dice severamente.

Me muerdo la lengua para no decirle nada a Rayan, algo que podría costarme una bofetada.

Entonces giro mi cuerpo mientras la mano de Greyson se aparta de mi hombro, permitiendo que mi cuerpo finalmente descanse de tantas tensiones.

Mi marca queda de cara a Rayan para que no la vea, como Greyson desea.

Ruedo ligeramente los ojos hacia Greyson antes de golpear mis manos una contra la otra, simulando una reverencia.

— Sí, Maestro Hudson —digo fríamente antes de seguir caminando hacia nuestra habitación.

Una vez arriba, estoy furiosa.

Doy vueltas y más vueltas golpeando el pie. ¿Quién es esta zorra ? ¿Por qué está aquí ? ¿Por qué esta zorra flirtea con Grey ?

De repente, la puerta se abre y mi cabeza se lanza hacia ella. Mientras Greyson cierra la puerta detrás de él, exploto.

— ¿Quién es ella ? ¿Por qué está aquí ?

Él suspira cruzando los brazos, apoyado en la puerta.

— Rayan Michaels. Era amiga de Faye, Sébastien, Koda, Jared y yo cuando éramos jóvenes. Sus padres murieron y tuvo que cambiar de familia para mudarse con sus primos. Solo la vi unas pocas veces desde entonces.

Pasa sus dedos por su cabello negro.

— No sé por qué está aquí. Normalmente viene aquí dos veces al año.

Se encoje de hombros y se dirige hacia nuestro armario. Desaparece un momento antes de regresar con una sudadera gris oscuro.

— Por favor, póntela mientras esté aquí.

Me lo ruega lanzándome la sudadera.

No tengo más remedio que atraparla justo antes de que me golpee la cara.

— ¿Por qué no puede saber que soy tu compañera ? ¿Estás avergonzado o qué ? —escupo.

— No, Willa —gime él. — Como te dije, ella cambió de manada. No confío en que guarde el secreto y no lo cuente a sus compañeros de manada.

Me río fríamente.

— ¿Entonces por qué dejas que flirtee contigo, Greyson ? ¡Está claro que está colada por ti ! —grito, frustrada.

Él pasa una mano por su frente.

— ¡No está flirteando conmigo, Willa ! ¡Dios mío, esa marca te pone tan celosa ! ¡Es una locura, Willa !

— ¡¿Estoy loca ?! —grito sin poder parar.

— ¡Eres tú quien inventa historias para que nadie fuera de nuestro pequeño círculo sepa que tienes una compañera humana !

Grito acercándome a él.

— ¡Solo admítelo, maldito cobarde !