Dentro del banco Riomar, Alejo le dio una patada en el culo a Rosendo.
—¿Quieres morir? ¿Cuándo me vas a devolver el dinero?
—Gerente Ríos, en dos días. En dos días le devolveré el dinero —dijo Rosendo. Después se frotó la cintura y esbozó una sonrisa—. Gerente Ríos, necesito que me haga un favor.
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