En la mansión Álvarez, Mía estaba en su estudio leyendo unos documentos. Se quedó de piedra al escuchar las palabras de Alicia. Después, preguntó:
—¿Qué quieres decir?
Entonces, Alicia le contó todo lo que había pasado y volvió a suplicarle.
—Mía, ahora eres la única que puede salvar a Miguel.
La se