―Señor. ―Aiden lo miró con una sonrisa. ―Han pasado dos días y todavía no pueden romper el sello. ―Esa noticia le fue gratificante.
―¿Sabes lo que significa eso? ―Agrandó la sonrisa. ―Trevor ha de estar agonizando, pensando lo peor y odiándose por ser nuevamente un incapaz. ―Carcajeó. ―Hiciste bien