―¿Puedes dejarnos a solas? ―El hombre limpió a Karman y se marchó después de acomodarlo todo. ―¿Por qué crees que yo aceptaría que vieras a mi hijo?
―¡Me hiciste esto sin mi autorización! ―Gritó para callarlo. ―No tenías mi consentimiento, lo menos que puedes hacer por mí, es hacer un acuerdo para