—Estás de vuelta… —dijo una vez que pudo afinar su voz.
—Por un tiempo… Son mis «vacaciones» forzadas —dijo Lorena con melancolía.
—Te he extrañado mucho… ¡Te «hemos» extrañado mucho! ¡Todos! ¡El pueblo en general! —exclamó nervioso, estaba perdiendo la cabeza.
—¿Todos? Lo dudo… Me odian. Al pare