—¿Qué haces fuera de la cama? —preguntó Román malhumorado y acercándose a Frida.
—Ya estoy harta de esa cama —respondió sosteniendo su mirada. Aún estaba confundida, no sabía si Román era un hombre bueno o malo, pero estaba cuidando de sus hijas y ofreciéndoles lo mejor.
—No es por gusto, tienes