Patrick estaba sentado en la barra del bar, consumido por la rabia y la tristeza. Bebía su whisky doble mientras su mente estaba sumida en sus pensamientos. Apenas notaba el ambiente del bar, la música de fondo o las conversaciones de los demás clientes. Solo quería olvidar todo lo que había pasado.
De repente, una voz conocida lo sacó de su ensimismamiento.
- No creí encontrarte nuevamente por aquí. - contesta Arthur
Arthur se sentó a su lado y pidió una cerveza.
- ¿No deberías estar en la empresa? - pregunta Patrick.
- Al igual que tú, pero decidí darme una escapada para tomar algo fresco, estos días han sido pesadísimos, pero al parecer tú ya te has bebido toda la despensa. - responde Arthur con una sonrisa sarcástica.
Patrick se queda en silencio por un momento.
- Sí, supongo que he bebido más de lo que debería. - admite Patrick con una voz ronca.
- Escucha, Patrick. Sé que tú y yo hemos tenido ciertos altercados, pero al fin y al cabo terminaremos siendo familia. ¿Por qué no ha