Selena no temía que otros la miraran. Se quedó de pie con rectitud y dijo con una sonrisa: "Señorita Yeager, vete a casa. El Señor Ferguson no quiere verte".
"Lo que tú digas no es creíble. No creo que le hayas transmitido el mensaje. ¿Qué tal esto? Pídele al Señor Ferguson que salga y me lo diga en persona".
Cindy levantó su barbilla con mirada arrogante. No se iba a dar por vencida hasta llegar a su objetivo.
Selena levantó las cejas con indiferencia.
"Señorita Yeager, ¿no entiendes? Estás siendo grosera al venir sin que te invitaran. ¿Esto es lo que la familia Yeager es capaz de hacer? A decir verdad, Eric no puede bajar porque aún está desnudo en la cama por haber tenido demasiado sexo anoche".
"Eres... ¡Eres una desvergonzada!", gritó Cindy.
Selena se echó a reír. Su delgado cuello y sus hombros eran rectos, y era una mujer encantadora. Cuando estaba ahí de pie, parecía más bien una pequeña seductora arrogante.
"¡Eres aún más descarada de lo que yo soy!".
Selena no