Ava Janssen
New York
Seguimos disfrutando de nuestros helados y Eryx me invito del suyo y yo le di del mío, hasta que los terminamos, desechamos los restos que quedaban y nos fuimos caminando hasta el auto y después nos subimos a la limusina para que nos llevara a nuestro destino.
–Ava, ¿Me recibes a dormir en tu suite? – Eryx me hizo ojos de bebé llorón – Por favor, mi hermosa morena.
No me iba a negar, yo quería estar todo el tiempo con él, sería como negármelo a mí misma. Por eso no pondría ninguna negativa.
–Ay sí Ava, recíbeme también a mí – Ary no perdía oportunidad de reírse – Por favor, amiga.
–Ustedes son incorregibles y sí quieren sí, los recibo a los dos ¿Acaso tengo otra opción?
–No la tienes amor – Eryx me abrazó y me mantuvo así – Ya en serio, ¿A dónde irás Ary?, no me digas que te atreverás a ir a la cueva del dragón.
Ya caía en cuenta hasta ahora, pues pensé que se trataba de una broma entre ellos, pero Ary en si estaba huyendo del encuentro entre ella y su mamá.
–No,