54: A escondidas.
—¡Bienvenida seas! —Gabriel me dice, acercándose y tomándome por los hombros para dirigirme al lugar correspondiente.
Veo a Carly de reojo arrastrando a Melissa fuera de la habitación después de que ambas me dan una mirada asegurándose que estoy bien y les sonrío en respuesta aunque mis músculos se tensan al ver la hora frente a mí.
Desde hace un rato son las cinco.
Elian no tarda en llegar.
Controlo mis respiraciones cada que la manecilla avanza. Me preocupa que haya sido visto como un intruso espía y lo hayan sacado. Estoy tranquila porque sé que Sebastian no está cerca, y al menos eso es ventaja.
Las puertas se abren de nuevo, y aunque siento los nervios de punta a punta, solo me concentro en picar algunos aliños mientras la imagen de la sonrisa de Elian acompaña mis pensamientos; pero todos guardan un repentino silencio.
—Él es...
—¿Elian? —Gabriel habla detrás de mí.
Suelto el cuchillo que tengo en las manos por escuchar su nombre, y la mirada de nosotros se cruza, dejándome a mí