Capítulo veintiséis. Besos que engañan.
"Narra Chloe"
Mi boca no le da tregua a la suya. Mis manos se hunden en su cabellos tirando de ellos para enredados en mis manos y escuchar su gemido.
Es Max quien deja salir sus instintos naturales y me aprieta con sus dedos las nalgas, sube a mia caderas mientras envuelve mi lengua con la suya y me jadea cosas sin sentido en mojados besos que no quiero que acaben.
Volvemos a dar vueltas en círculos ardiendo en deseo. Nos tentamos en cada lamida, con cada gemido y manoseo.
Hace mucho que no sentía así, otra vez libre. Como siempre fue con él la parte carnal.
Es como si bailáramos una conocida canción que hace mucho no escuchábamos y eso nos hace sonreír entre los dos.
La última vez que nos besamos no fue como esta, no fue con las armas bajas y la bandera de la verdad izada entre ambos. Esto es diferente.
Esto es lo que fuimos y evidentemente aún podemos ser aunque no tengamos el camino tan despejado como entonces.
—Siempre fuiste mi delirio