Cuenca – Ecuador (Pasado)
Días después.
Diana subió corriendo las escaleras hasta el tercer piso en donde rentaban un apartamento pequeño, apenas ingresó fue de inmediato a su alcoba.
Lanzó sus libros sobre la cama, y enseguida buscó en su ropero un atuendo adecuado para la ocasión.
No sabía si escoger el vestido negro de fina pedrería que su abuela con sus ahorros le compró, o el azul que le quedaba entallado a su figura.
Se llevó los dedos a los labios, indecisa y luego miró la hora, entonces corrió a la ducha, después de humectar su cuerpo con la crema con aroma de vainilla, deslizó el vestido azul, decidió que el negro era demasiado formal, dejó su larga cabellera suelta, y lo fue cepi