— Las cosas no serán tan simple padre. Creo que ambos sabemos, que si estas fotos salen a la luz, estarás más que acabado, quizás incluso te tenga que internar en uno de esos hospitales de “rehabilitación y rectificación” – George caminó rodeando el escritorio del despacho.
— ¡¿No te atreverías?! ¡Eso también hundiría a la familia Carter! ¡¿Acaso piensas hacerle eso a tu padre por una mujerzuela?!
— ¡Límpiate tu asquerosa boca cuando hables de la mujer que amo! ¡Creo que no acabas de entender aquí la gravedad de este asunto Michael Carter!
— ¡Quiero el control de la familia Carter, justo ahora! – George se sentó detrás del escritorio del patriarca, demostrando así su posición.
Michael lo miraba con incredulidad y rechinando los dientes con ira y odio extremo.
— Lo entregas por las buenas o me dices si quieres ser quitado a la fuerza por desviado y enfermo mental, creo que lo mínimo que te harán tus queridos amigos y socios de alta sociedad, será escupirte a la cara – George no le tuvo