Sigue el juego, princesa .
Había algunas personas mayores frente a ellos y cada uno de ellos parecía extremadamente intimidante.
Trató de parecer tranquila y serena, pero su corazón latía a un ritmo anormal
—Toma —dijo Draken mientras le entregaba las sábanas a uno de ellos y lo miraban fijamente e inhalaban.
Sofía tragó saliva. Involuntariamente, su mano agarró la de él con fuerza.
Cuando la miraron todos a la vez, su corazón dio un vuelco e inconscientemente se acercó a Draken. Estaba a punto de esconderse detrás de su espalda, pero él le apretó la mano.
Fue un pequeño gesto, pero para ella pareció aumentar su confianza mientras permanecía de pie a su lado frente a los ancianos con valentía. Aunque mantuvo la mirada baja con respeto y también tenía miedo de mirarlos a los ojos.
Draken notó que uno de los ancianos miraba fijamente el cuello de Sofía. No había ninguna marca allí.
—Quiero llevar a cabo su ceremonia de Luna lo antes posible —dijo tratando de cambiar su atención y pareció funcionar.
—Por supuesto,