La Cita Cincuenta Y siete.
Gire mi cuerpo hacia otro lado, buscando comodidad en la superficie que estaba acostada y sentí un aroma similar al cuero. Abrí mis ojos, una leve penumbra de luz entraba por el gran ventanal de la sala y un gran silencio reinaba en el departamento.
Abrí las puertas vaivén de la cocina pero no había nadie, camine por el gran pasillo abriendo habitaciones a su paso en busca de un cuarto de baño. Sin embargo, la tercera habitación me sorprendió.
Las paredes estaban decoradas con una tonalidad lila y en una esquina había una cama de una plaza con un acolchado de princesa, observe dos enormes estanterías que estaban repletas de juguetes y peluches de gran tamaño. Me acerque hasta un pequeño armario blanco y dentro del, encontré varios vestidos