Punto de vista de Sofía
Sebastián me dio la boda más extravagante que podría haber imaginado. El tipo de evento del que susurraban las revistas de chismes y que la antigua yo nunca habría soñado.
Luego quedé embarazada de un niño.
Fue una sorpresa, a mi edad no pensaba que todavía fuera posible. Pero ahí estaba él: Suave, hermoso, con los ojos de Sebastián y mi tranquilidad.
Cuando cumplió un año, Sebastián organizó una fiesta de cumpleaños enorme a la que todos vinieron, incluso los Vásquez.
Sebastián los dejó entrar.
Carlos había envejecido aún más desde la última vez que lo vi, sus hombros estaban encorvados y sus ojos habían perdido brillo. Luis llegó en silla de ruedas y Diego parecía un desastre, se veía demacrado y desgastado.
No me hablaron, solo dejaron un pequeño regalo cerca de la mesa. La tarjeta decía: "Que tengas la vida más maravillosa y perfecta".
No me lo llevé a casa, lo dejé junto al bote de basura.
Porque algunos regalos, cuando llegan demasiado tarde, no son regalo