Cap96. Todos unos cómplices de la loca
[EDDY]
El discurso del amor eterno que lo soporta todo fue muy bonito. Poco faltó para que me hiciera flaquear.
No obstante, a medida que el tiempo avanzaba mi idea cobraba más fuerza.
La pregunta que más temí escuchar desde que todo inició, fue lanzada, y como si no la comprendiera, alargué mi silencio.
El cura se exasperó.
—¿Señorita Mitchell? Estamos esperando ¿Acepta?.
Esto no me estaba pasando, no podía pasarme y no, en definitiva no dejaría que me pasara. No quería, o bueno, sí, pero la idea de atar mi vida a alguien que lo único que podía llegar a sentir por mí era asco o recelo y que nada más me ofrecía desprecio e indiferencia, no me hacía nada feliz.
Me lo había prometido ese día en la bodega; era lo único que obtendría de él.
Concluí por negar una vez más, pues lo había estado haciendo desde hace mucho días atrás y mis padres no parecían querer cambiar de opinión. Al parecer los suyos tampoco.
Al menos tres de ellos.
Su idea era ganar dinero en una empresa creada por ambas