Fiorella

Como sabía que ellos no tenían ojos reales me permití cerrar los míos y por suerte la conexión no se rompió. Permanecí un largo rato hasta que mis oídos percibieron pasos a mi alrededor: alguien se acercaba.

Justo cuando esa persona me iba a golpear, un campo de fuerza se creó a mi alrededor mandándolo a volar unos metros alejado de mí. Los dos símbolos se turnaban a salir, yo sonreí con tranquilidad al saber que nada me iba a pasar. Abrí los ojos justo para ver como esa persona se colocaba frente a mí y me veía con el ceño fruncido.

-Bella dama, hola denuevo, era un títere de Pablo.

-Hola, Pablo, contesté mediante los muñecos.

-Viendo que usaste mis muñecos para hacerlos tuyos, tuve que enviar otros a tu dirección. Eres poderosa, mira que desconectarme de mis propias marionetas, que ingeniosa, sonrío con maldad.