POV Mario

Escucho los golpes suaves en la puerta de mi habitación y, sin necesidad de mirar, sé que es mi tío. Me levanto con rapidez, respirando hondo para componer una sonrisa antes de abrir. No quiero que sospeche nada. No hoy.

— Adelante — digo, haciéndome a un lado para dejarlo pasar.

Avanzamos juntos hacia el pequeño sofá en la esquina de la habitación.

—Traje esto para celebrar — anuncia, mostrándome una botella de vino con una sonrisa forzada.

Niego de inmediato, alzando una mano como barrera.

— No, gracias. Por la gastritis dejé de tomar — digo sin darle más explicación, y él asiente como si entendiera, aunque sus ojos no lo hacen. Se sienta a mi lado, con calma medida.

— ¿Qué es lo que quieres celebrar? — pregunto con el ceño fruncido — Desde que llegué no has hecho más que repetirme por qué no debería casarme con Leah.

—Y no me has escuchado, Mario — responde con ese tono que usa cuando quiere sonar paternal, como si realmente le importara — Eres mi única familia. Te quie