Raven
— Lo hice… por mi madre— confiesa después de quedarse unos segundos en silencio y percibo la lucha interior que tiene.
La entiendo, porque hay secretos muy peligrosos y ella debe tener miedo.
— Mi madre está muy enferma, siempre tiene que estar hospitalizada, es una esclava igual que yo y necesitaba los medicamentos para salvarle la vida.
— ¿Medicamentos? Pero tengo entendido que el Alfa abastece muy bien el hospitalito de las esclavas, incluso lo he escuchado ordenar a logística que mantengan todo lo necesario – le digo sin entender.
— Raven, yo… la verdad es que hay muchas cosas que no son como el Alfa cree.
— No dudo que sus intenciones sean buenas, pero el área de las esclavas, es como si fuese otro mundo separado del resto de la manada y ese espacio del terror, no es controlado por el Alfa Walker.
— Tienes miedo, ¿cierto? Decirme las cosas y verte perjudicada – sé que aún no ha soltado sus precauciones
—Dime qué quieres a cambio de que me ayudes, ahora soy la Luna de la