AriaAlec y yo subimos hacia mi habitación, donde he dejado a mi pequeña. Ella está hecha un ovillo en la cama, sollozando y abrazada a uno de sus peluches.—Ay, no —susurro antes de soltar a Alec y correr hacia Juliett, cuyas lágrimas han hinchado sus hermosos ojos—. Mi niña, ¿qué te pasa?—Quiero
Anna Roma
Ay, Alec, tendrás que hacer mucho para lograr ganarte a tu princesa...
¡Muchas gracias por leer la historia! Si te está gustando no te olvides de comentar, votar y dejar tu reseña.