El viento movía los ondulados cabellos largos de
Carolina, se sorprendió por la pregunta tan directa que le hizo el agente, lentamente volteó a verlo
¿Tu si que eres entrometido verdad?
¡Oye, te ayudé, te llevé al hospital! ¡¿y aún así todavía te atreves a llamarme entrometido?! tú si que eres malagradecida
Yo no... Carolina iba a decir que no había pedido que la ayudara, pero de pronto recordó que si se lo pidió
¡Oh, si que lo pediste! me pediste que te ayudará, deberías agradecerme que todavía esté aquí llevándote hasta la villa, pero ésto me pasa por querer ser un buen samaritano. - Donovan Heineken, no era precisamente un ángel, ni siquiera sabía por qué se tomaba tantas molestias por la joven embarazada, molesto por qué lo llamó entrometido la venía sermoneando furioso
El mafioso casi se ahoga con su propia saliva cuando volteó a ver a la bella joven, Carolina se había quedado profundamente dormida en medio de sus regaños y reclamos del mafioso
¡Eres increíble mujercita, vengo d